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A sesenta años de su primer triunfo en este campeonato, y a largos doce de la última victoria en 2012, España quiere dejar atrás los tragos amargos que le provocaron la eliminación temprana de 2016 y el sinsabor de llegar a semis en 2021, para luego irse a casa con las manos vacías.
Es evidente que cada español desea con todo su corazón poder ganar cualquier campeonato de fútbol que dispute su selección. La española es una de las fanaticadas más entusiastas y fervorosas de Europa y el fútbol es el principal deporte en el que se observa esta devoción, no solo al colmar los estadios en cada partido, sino también por el altísimo porcentaje de personas que lo miran a través de la televisión o el streaming.
Las grandes competiciones europeas de fútbol estimulan tanto a los aficionados de este deporte como a los que encuentran la emoción prediciendo resultados. En este sentido, el fútbol es uno de los deportes más activos en las aplicaciones de apuestas deportivas, sobre todo desde la aparición de las monedas digitales. El CryptoBetting español, que utiliza criptomonedas como el Bitcoin y otras, gana cada vez más seguidores en el país.
En este sentido, 2024 promete ser un año glorioso para los aficionados del fútbol y de las apuestas, ya que España está mostrando que tiene con qué llegar hasta las últimas instancias en la Eurocopa que se avecina. Esta vez, no es solo cuestión de fe.
España comparte el grupo A con Escocia, Noruega, Georgia y Chipre. Al momento de redactar esta nota, la selección española todavía debe estar brindando por su más reciente triunfo, frente a la Noruega de Haaland (1-0) que quedó eliminada.
Ya clasificados y como cabeza de grupo —hasta ahora—, lo que se respira en el ambiente es alegría y optimismo por el futuro próximo. Sin embargo, no hay que bajar los brazos; si España quiere hacer las cosas bien y tener la mesa servida en 2024, tendrá que darlo todo en las dos fechas que faltan y quedar como cabeza de grupo para tener más chances de alzar la copa en Alemania.
Tendrán que darlo todo, pues dependiendo de la posición en la que quede el equipo español dentro de su grupo, podrá tener un terreno más llano en la competencia. Así que los próximos partidos de noviembre —ante Chipre el 16 y ante Georgia el 19— son cruciales para sumar puntos que los mantengan como líderes de la tabla del grupo A. Esto significa que entrarían en el bombo número 1 en el sorteo de equipos que se realizará en diciembre. A bombo más alto, los potenciales rivales serían más «fáciles»; de ahí la importancia de ganar los partidos que faltan.
Eso sí: en función del desempeño de los demás equipos del grupo en lo que queda de eliminatorias, de las diferencias de goles y de las matemáticas, puede pasar que España baje al bombo número 2, donde ya el panorama es otro y podría encontrarse con rivales más difíciles.
Sin embargo, todo indica que la buena estrella, esta vez, lleva el granate y el oro. Una razón más que contundente para asegurar que la fanaticada estará prendida a los partidos, mirándolos, alentando a «La Roja» y, ¿por qué no?, apostando por un rotundo y definitivo triunfo en una competición que le ha sido tan esquiva.
Solo queda cruzar los dedos y esperar al borde de nuestros asientos.